Por fin retomamos la ciudad de los canales. En la anterior entrada os mostramos uno de los principales edificios, la Basílica de San Marcos, pero uno no puede visitar Venecia y pasar por alto otro de sus grandes monumentos arquitectónicos, el Puente de Rialto, así que… ecco qui.
Cualquiera que haya estado de turismo en Venecia sabe que caminar por los alrededores de este puente, como de tantos otros, puede llegar a ser una experiencia algo asfixiante, por lo que os invito a adentraros un poco más allá y tomar algo de aire en una de las muchas plazas que esconde la ciudad.
También en esta plaza resulta fácil encontrarse con turistas, así que si deseáis conocer un barrio realmente veneciano, vamos a adentrarnos aún más; tenemos que pasar la Calle Giuseppe Garibaldi, dejar atrás los suntuosos palacios y callejear por el barrio inmediatamente anterior a los Jardines de la Biennale. Allí se encuentra, en la Calle dietro campanille (calle de detrás del campanario), nuestra última fusión temporal.
Y eso ha sido todo por hoy. Seguid atentos a la próxima entrada si queréis viajar a la capital de la moda europea.