¿Quién dijo que segundas partes nunca fueron buenas? Y es que una vez más volvemos a Piquío para disfrutar de sus maravillosas vistas, sentados cómodamente en uno de sus bancos.
Esta foto se la debemos al fotógrafo y editor francés Lucien Roisin, establecido en Barcelona y especializado en postales y fotografías turísticas, como esta que hemos fusionado hoy.
Terminamos con una fusión tomada de una entrada antigua en la que se aprecia cómo era Piquío a principios del XIX. ¡Hasta la próxima!